miércoles, 9 de junio de 2010

Teresa Espinós. Mi padre.

¿Cómo podría plasmar en unas líneas, lo que ha supuesto en mi vida el poder haberla compartido con una persona tan EXCEPCIONAL como mi queridísimo padre?. Nunca se me ha dado bien expresar mis sentimientos y todavía menos si son tan profundos e intensos que salen desde lo más profundo de mi alma. Sentimientos muy diversos, amor, desasosiego, alegría, PASIÓN sin límites, ESPERANZA, admiración, el vacío, amor sin medida; sentimientos que todos ellos afloran al hablar de mi padre y que todos ellos juntos hacen que se me desgarre el alma, pero que a la vez me dan calma, pues hacen que el siga vivo en mi recuerdo, en mi día a día. Cuantas veces al día me acuerdo de el, evocando su sonrisa, su manera de andar, su maravillosa voz, como dice mi hermano Juan, sus frases geniales, su calma al hablar, su cariño al hablar….Mi padre ha sido una persona ejemplar en todos los aspectos de su vida, un ejemplo de vida para mi muy difícil de imitar, pues su persona reunía una serie de virtudes que él supo potenciar y aplicarlas en todos y cada uno de los momentos de su vida (creo que Dios nos da Dones a todas las personas, a unos mas a otros menos, pero todos tenemos algún Don que no todos somos capaces de aprovecharlos, de tal manera que hagamos a los demás partícipes de ellos), mi padre fue capaz, de todas esas virtudes compartirlas con los demás en su día a día, de una manera natural, nada forzada: esa capacidad de escuchar con el corazón, esa capacidad de ofrecerse a los demás de la manera mas desinteresada, sin exigir ó esperar nunca nada a cambio, siempre con una sonrisa (esa sonrisa suya ladeada que tanto me gustaba) dedicándote su tiempo y haciéndote sentir por unos momentos la persona mas importante, esa gran capacidad de transmitir una paz total, una seguridad total, que yo creo que únicamente las personas que están en paz, realmente en paz consigo mismas, son capaces de transmitir, esa capacidad de quitar hierro a temas que podían levantar ampollas, de una manera tan elegante y con un sentido del humor tan inteligente…..por todo esto, mi padre, papá, nos ha regalado momentos muy agradables.

La vida de mi padre ha sido una vida de SERVICIO a los demás. Eligió una profesión, la medicina, que requiere una gran dedicación a los enfermos (“mis enfermitos” como decía el con cariño), luego como profesor, se dedicó en cuerpo y alma a enseñar a sus alumnos (recuerdo cada apertura de curso con que ilusión nos lo comentaba, con que alegría preparaba sus clases. Aún recuerdo como se emoción en su homenaje al referirse a “mis queridos alumnos”), poniéndole entusiasmo, pasión, porque mi padre era una persona enamorada de su profesión, de la vida, sabía afrontar las vicisitudes de la vida con total entereza, (por supuesto apoyado en todo momento por mamá: “Mariterina”), con profunda Fe y siempre con optimismo.

Mi padre, nuestro padre, ha sido una persona alegre, tremendamente equilibrada, un sabio (porque lo era), que jamás hizo alarde de ello y en eso radicaba su grandeza, en su humildad. Trataba a todas las personas por igual, jamás hablaba creyendo que estaba en posesión de la verdad, hablaba desde el corazón y sus palabras te hacían reflexionar. Era una persona tolerante, lo que no significa que no luchase por lo que él creía, por sus convicciones, pero como he dicho antes, siempre de la manera mas elegante, sin ofender, sin hacer aspavientos. Era una auténtica GOZADA hablar con él, era un remanso de paz al que siempre podías acudir y todo el desasosiego desaparecía.

Creo que mi padre (papá), si hacemos balanza de su vida, ha tenido una vida plena, ha sabido sacarle jugo y ha disfrutado dedicándose a lo que hacía sentirle pleno: la medicina, la docencia y a su familia y amigos. Siempre ha sabido ver el aspecto positivo de las cosas (muchas veces los humanos nos obcecamos en únicamente quedarnos con lo negativo de la vida e incluso nos regodeamos sintiendo lástima de nosotros, eso no es vivir). Mi padre siempre ha vivido transmitiendo la importancia de tener ESPERANZA (recuerdo que una vez me comentó que le había horrorizado una película: El Paciente Inglés. Y yo le pregunté que porqué, y él me contestó que no dejaba espacio a la esperanza), pues eso era mi padre, un soplo de esperanza.

Siempre me he sentido tremendamente orgullosa de mi padre. Aún recuerdo abrumada y llena de emoción, cuanta gente se interesó por él, de corazón, cuando tuvimos el desgraciado accidente, personas que sentían un profundo afecto por él, lo que me hizo ver que mi padre (nuestro padre) llegó a mucha gente (de eso estoy segura) y eso me llenó y llena de satisfacción. Aún recuerdo todas las cosas maravillosas que se dijeron de mi padre en la Real Academia de Medicina y la Real Academia de Farmacia, podría haberme quedado toda la eternidad escuchando lo que decían los académicos de él.

No quiero terminar sin hacer mención al tiempo que estuvo enfermo, para mí fue un ejemplo hasta en la enfermedad, como sonreía cuando le contabas un chiste, para mí ese era el mejor regalo, como te miraba cuando le hablabas, con esa mirada que traspasaba el alma. Hasta en la enfermedad papá ha sido de transmitirme paz, pues aunque se me desgarraba el alma, a la vez me sentía reconfortada cuando le veía y estaba con él.

Papá, te quiero muchísimo, tanto que me duele el alma. No pasa un solo día en que no te tenga presente, te echo muchísimo de menos, aunque se que estás cerca. Espero desde lo más profundo de mi alma volver a verte y estar contigo.

Papá ha sido un regalo que nos ha dado Dios (como me dijo mi hermano Miguel, fue un ángel que vino para estar con nosotros) y hemos sido muy afortunados de haber compartido nuestra vida con él, aunque se me ha hecho muy corta. Pero yo creo que papá ya hizo su labor aquí (estoy convencida de que todos tenemos una labor que hacer aquí en la tierra) y que llegó un momento en que era necesario en el cielo (no dudo de que sigue trabajando al cien por cien).

Doy gracias a Dios, por haberme permitido formar parte de mi familia.

Te quiero papá.

2 comentarios:

  1. Hola, he dado con vuestro blog de casualidad. Sé quién fue vuestro padre, aunque no lo conocí personalmente. Os recomiendo que publiquéis en el blog una entrevista que le hicieron en "Diario Médico" en 2003/2004 titulada "Domingo Espinós, a corazón abierto". Me pareció bastante buena, panorámica sobre su vida. Quizá vosotros tengáis otras entrevistas mejores, pero ésta es sintética y estupenda. Si no la tenéis os la paso (mi correo es j72j@hotmail.com). Un abrazo, Juanjo

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  2. Muchas gracias Juanjo, soy Jaime Espinós, el menor de los 6 hijos. Me voy a poner en ello. Un abrazo.
    Jaime

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