Buscando otras cosas en mis archivos he encontrado esta lista. El año 1999 fue un año duro y tenso para la familia, muy duro y tenso. Unas horas antes de que nos reunieramos todos en nuestra casa para celebrar el inicio del nuevo año, papá me llamó y me pidió que escribiese con el ordenador esta lista. Estos "pensamientos" hablan mucho de la personalidad de papá, sólo quería que el amor volviera a los suyos. Me ha parecido que era mejor escanear la página que transcribirla sin más, creo que tiene más valor. Un abrazo...
viernes, 9 de diciembre de 2011
jueves, 23 de junio de 2011
De Don José Sirvent
COMENTARIOS SOBRE EL DTOR. DOMINGO ESPINÓS PEREZ
Mi nombre es José Sirvent Sirvent y tuve la oportunidad de conocer al Dtor Espinós en enero de 1974 .
Las circunstancias por las cuales conocí al Dtor. Espinós se debieron a que un hermano mío , que tenía entonces 17 años y que residía en Alicante , estaba enfermo desde hacía 3 años y los doctores que le atendían en Alicante no lograban dar un diagnóstico preciso sobre la enfermedad que le aquejaba . La situación de mi hermano era crítica y a través de un familiar que había estudiado Medicina en la Facultad de Valencia y era compañero de estudios del Dtor. Espinós , nos puso en contacto con él .
En aquella época el Dtor. Espinós era Catedrático en la Facultad de Medicina de Santiago y posteriormente pasó a ser Catedrático de Patología de la Complutense .
En los años 70 durante el tratamiento de la enfermedad de mi hermano (linfo sarcoma), diagnosticado certeramente por el Dtor. Espinós , tuve la suerte de tratar frecuentemente con él lo cual me permitió conocerle con más profundidad . Durante los años 80 y 90 continué en contacto con él , aunque no con la intensidad de los años 70 .
Gracias al Dtor. Espinós , mi hermano que actualmente tiene 54 años pudo superar su enfermedad y otras patologías posteriores derivadas de los diferentes tratamientos a que fue sometido .
Sobre la profesionalidad y sabiduría del Dtor.Espinós no voy a extenderme pues resulta sobradamente conocida . Basta entrar en internet y poner su nombre en el buscador para obtener todos sus logros y méritos .
Me gustaría centrarme más en el aspecto humano del Dtor. Espinós , cosa de la que sí puedo opinar dada la proximidad que tuve con él durante una parte muy importante de mi vida y en circunstancias familiares muy difíciles , como anteriormente mencioné
Dado mi edad ( 65 años ) y mis actividades profesionales , he tenido la oportunidad de tratar a mucha gente en España y en otros países , lo cual permite entender el comportamiento y valores de las personas que proceden de culturas distintas .
Me atrevería a decir que el Dtor. Espinós es una de las pocas personas que he conocido , que habiendo alcanzado un puesto de extraordinaria relevancia en su entorno profesional y en la sociedad , supo llevar con absoluta discreción y humanidad su éxito
En español hay una frase muy simple pero muy clara que definiría al Dtor. Espinós :
ERA UN BUEN HOMBRE
Podría comentar muchísimos detalles sobre su humildad , entrega a los enfermos , desapego al dinero , empatía con los enfermos y familiares , trato a sus subordinados , alejamiento total a la “ feria de las vanidades “ , excelentes relaciones con sus colegas , etc , etc .
Creo que Dios habrá reconocido en su Gloria todas las cualidades y virtudes del Dtor. Espinós y considero que los que todavía tenemos la oportunidad de permanecer en este mundo deberíamos de intentar lograr un reconocimiento público de su figura .
Yo al menos me encuentro entre los que apoyarían dicha iniciativa .
José Sirvent Sirvent
NIF : 21.333460 V
jasirsirgmail.com
Madrid a 21 de junio de 2011
Mi nombre es José Sirvent Sirvent y tuve la oportunidad de conocer al Dtor Espinós en enero de 1974 .
Las circunstancias por las cuales conocí al Dtor. Espinós se debieron a que un hermano mío , que tenía entonces 17 años y que residía en Alicante , estaba enfermo desde hacía 3 años y los doctores que le atendían en Alicante no lograban dar un diagnóstico preciso sobre la enfermedad que le aquejaba . La situación de mi hermano era crítica y a través de un familiar que había estudiado Medicina en la Facultad de Valencia y era compañero de estudios del Dtor. Espinós , nos puso en contacto con él .
En aquella época el Dtor. Espinós era Catedrático en la Facultad de Medicina de Santiago y posteriormente pasó a ser Catedrático de Patología de la Complutense .
En los años 70 durante el tratamiento de la enfermedad de mi hermano (linfo sarcoma), diagnosticado certeramente por el Dtor. Espinós , tuve la suerte de tratar frecuentemente con él lo cual me permitió conocerle con más profundidad . Durante los años 80 y 90 continué en contacto con él , aunque no con la intensidad de los años 70 .
Gracias al Dtor. Espinós , mi hermano que actualmente tiene 54 años pudo superar su enfermedad y otras patologías posteriores derivadas de los diferentes tratamientos a que fue sometido .
Sobre la profesionalidad y sabiduría del Dtor.Espinós no voy a extenderme pues resulta sobradamente conocida . Basta entrar en internet y poner su nombre en el buscador para obtener todos sus logros y méritos .
Me gustaría centrarme más en el aspecto humano del Dtor. Espinós , cosa de la que sí puedo opinar dada la proximidad que tuve con él durante una parte muy importante de mi vida y en circunstancias familiares muy difíciles , como anteriormente mencioné
Dado mi edad ( 65 años ) y mis actividades profesionales , he tenido la oportunidad de tratar a mucha gente en España y en otros países , lo cual permite entender el comportamiento y valores de las personas que proceden de culturas distintas .
Me atrevería a decir que el Dtor. Espinós es una de las pocas personas que he conocido , que habiendo alcanzado un puesto de extraordinaria relevancia en su entorno profesional y en la sociedad , supo llevar con absoluta discreción y humanidad su éxito
En español hay una frase muy simple pero muy clara que definiría al Dtor. Espinós :
ERA UN BUEN HOMBRE
Podría comentar muchísimos detalles sobre su humildad , entrega a los enfermos , desapego al dinero , empatía con los enfermos y familiares , trato a sus subordinados , alejamiento total a la “ feria de las vanidades “ , excelentes relaciones con sus colegas , etc , etc .
Creo que Dios habrá reconocido en su Gloria todas las cualidades y virtudes del Dtor. Espinós y considero que los que todavía tenemos la oportunidad de permanecer en este mundo deberíamos de intentar lograr un reconocimiento público de su figura .
Yo al menos me encuentro entre los que apoyarían dicha iniciativa .
José Sirvent Sirvent
NIF : 21.333460 V
jasirsirgmail.com
Madrid a 21 de junio de 2011
sábado, 30 de abril de 2011
De Esther del Val García
Decía Gregorio Marañón que “ser médico es entregar la vida a la misión elegida; no cansarse nunca de estudiar y tener todos los días la humildad de aprender la nueva lección de cada día; hacer de la ambición, nobleza; del interés, generosidad; del tiempo, destiempo; y de la ciencia, servicio al hombre que es el hijo de Dios. Si ser médico es amor, infinito amor, a nuestro semejante, entonces ser médico es la divina ilusión de que el dolor, sea goce, la enfermedad salud y la muerte vida”.
Recuerdo a Domingo como una persona amable, tranquila, capaz de transmitir paz y serenidad, más allá del ruido de la vida. Siempre estudiando, leyendo, formándose hasta el último momento, fiel a la idea de que un buen médico nunca debe dejar de estudiar y de prepararse y de que una persona siempre tiene algo nuevo que aprender. Conocedor de la flexibilidad del tiempo, generoso en minutos para sus pacientes y amigos, sin contar las horas reales, sólo las que marcan las miradas y los gestos. Sin prisas en el trato personal, cercano y amable, sin pausas en el profesional, riguroso y certero. Capaz de conjugar en su justa medida recetas, terapias, consejos, sonrisas, esfuerzo, esperanza y silencios.
La medicina es la ciencia de la humanidad, esa que a Domingo se le escapaba a raudales entre los recovecos de su sonrisa. Humildad, integridad, tenacidad y perseverancia eran las cualidades anotadas en el diario de su vida. Pero, por encima de todas ellas, el amor: “Si me falta el amor no me sirve de nada, si me falta el amor nada soy”. Amor a su familia, a sus amigos, a sus pacientes, a sus alumnos y a todo aquel que se encontrara en su camino. Gracias Domingo por tu entrega y pasión en cada faceta de la vida, pero, sobre todo, gracias por enseñarnos que el amor es el motor que rige nuestras vidas.
Recuerdo a Domingo como una persona amable, tranquila, capaz de transmitir paz y serenidad, más allá del ruido de la vida. Siempre estudiando, leyendo, formándose hasta el último momento, fiel a la idea de que un buen médico nunca debe dejar de estudiar y de prepararse y de que una persona siempre tiene algo nuevo que aprender. Conocedor de la flexibilidad del tiempo, generoso en minutos para sus pacientes y amigos, sin contar las horas reales, sólo las que marcan las miradas y los gestos. Sin prisas en el trato personal, cercano y amable, sin pausas en el profesional, riguroso y certero. Capaz de conjugar en su justa medida recetas, terapias, consejos, sonrisas, esfuerzo, esperanza y silencios.
La medicina es la ciencia de la humanidad, esa que a Domingo se le escapaba a raudales entre los recovecos de su sonrisa. Humildad, integridad, tenacidad y perseverancia eran las cualidades anotadas en el diario de su vida. Pero, por encima de todas ellas, el amor: “Si me falta el amor no me sirve de nada, si me falta el amor nada soy”. Amor a su familia, a sus amigos, a sus pacientes, a sus alumnos y a todo aquel que se encontrara en su camino. Gracias Domingo por tu entrega y pasión en cada faceta de la vida, pero, sobre todo, gracias por enseñarnos que el amor es el motor que rige nuestras vidas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)